martes, 28 de febrero de 2012

El precio de no estudiar

Un informe revela que 3 de cada 10 jóvenes en paro carecen de estudios secundarios o de FP.
Descuidar nuestra formación pasa factura. Por si quedaba alguna duda, una encuesta presentada recientemente por la Fundación Sagardoy atribuye a los profesionales que han cursado alguna especialización una tasa de desempleo inferior al 5%. Según este informe, las personas que poseen estudios de formación profesional (FP), o bien una carrera universitaria, son las menos afectadas por el paro. En el extremo opuesto, se sitúan las jóvenes de 17 años, donde el porcentaje de personas desempleadas escala hasta el 70%.
Asimismo, la encuesta también subraya que 3 de cada 10 parados menores de 30 años no tienen estudios de FP o bachillerato. Una nueva evidencia de lo caro que puede resultar no contar con una buena preparación académica. De hecho, los porcentajes de desempleo superiores al 30% y cercanos al 20% corresponden a personas que sólo han realizado estudios primarios o secundarios obligatorios.
Otro dato significativo del infome es que el estallido de la crisis ha reducido las diferencias de paro por sexos, hasta el punto de que el porcentaje de mujeres desocupadas es prácticamente igual al de los hombres. A su vez, el barómetro, que lleva por título La situación del desempleo en España, concluye que más de la mitad de los parados tienen escasas posibilidades de encontrar un empleo en los próximos meses.
Finalmente, el estudio también se hace eco de los sectores que más empleos han generado, entre los que destacan la Administración pública, Defensa, la sanidad y los servicios sociales y de atención a las personas.
Las cifras presentadas no sólo sacan a relucir —una vez más— la delicada situación que atraviesa el mercado de trabajo en nuestro país, sino que también sirve para certificar una realidad que ya era fácil de intuir: que el desempleo golpea especialmente a aquellos que menos atención dedican a su formación. Para todos ellos, este período de inactividad laboral puede convertirse en una oportunidad de oro para reciclarse, obtener una titulación oficial, estudiar idiomas, obtener un título de FP, preparar su acceso a la universidad y, en definitiva, alcanzar una preparación que les permita abandonar la cola del INEM o mejorar profesionalmente.
Todos ellos tienen a su alcance una amplia oferta formativa que les permitirá elegir los cursos que mejor se adapten a sus necesidades profesionales y a sus expectativas. Cursos de idiomas, programas de especialización, una preparación para entrar en la universidad o para conseguir el título de graduado en ESO... Cualquiera de estas opciones contribuirá a impulsar nuestro currículo y situarnos en una posición más ventajosa a la hora de encontrar trabajo.

1 comentario:

  1. Para muchos jóvenes el estudiar no representa mucho en su vida, solo la consideran como una rutina, ir a la escuela, hacer exámenes, meterse de lleno a los libros, lidiar con las materias, hacer tareas y demás. Hay quienes llegan al más extremo solo conciben al estudio de una manera muy simple: meterse en la cabeza muchos de conceptos que ayuden a obtener buenas calificaciones, pasar de grado y listo.


    Bueno la realidad es que en parte es así, el estudio tiene algo de eso, pero no es lo único de lo que trata. Ahora que estás empezando una etapa: la adolescencia, es tiempo de que conozcas un poco más acerca de los beneficios de estudiar. Sobre todo, porque hacerlo te servirá para comprender la trascendencia que tiene y tendrá durante toda tu vida.


    Debes de saber que estudiar es una herramienta de gran utilidad para toda tu vida, pero ¿Por qué es una herramienta? Bueno debes de saber que gracias al estudio se adquiere el saber que ayuda a tener un mejor desempeño laboral social en el futuro. Pero no solo eso también se adquiere conocimiento suficiente, éste último es importante, porque te ayuda comprender cosas que muchas veces se ignoran, no olvidando que te acerca a la ciencia, cultura, arte y a los valores, pero el más importante nos acerca a lo que llamamos civilización.


    Dicho de otro modo, el estudiar nos permite despertar y desarrollar extraordinarias capacidades, así como también para enfrentar las complejas y diversas situaciones con que nos desafía la sociedad moderna.


    Porque si una cosa es cierta, es que la vida de hoy plantea muchos y más difíciles retos que cualquier época pasada. Poseer conocimiento de más no es malo, de hecho es una necesidad imperativa, un pasaporte a la vida, en el mundo actual; tan lleno de tecnología y sorprendentes descubrimientos, así como de rezagos profundos: miseria, violencia, marginación, ignorancia, entre otros.

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